En Glasgow, Escocia, un escándalo que ha capturado la atención de la nación ahora está pidiendo reformas urgentes al sistema de atención psiquiátrica infantil del país. Skye House, un centro psiquiátrico para niños, está en el centro de la tormenta. La institución de 24 camas, que tenía la intención de brindar atención a los jóvenes que luchan con problemas de salud mental, se ha convertido en un lugar donde el abuso físico, emocional y psicológico prosperó. Estas prácticas horribles se revelaron recientemente a través de un impactante documental de la BBC, que ahora ha provocado llamadas generalizadas para el cambio.
El documental expuso lo que estaba oculto detrás de las paredes del hospital: drogas forzadas, restricciones, abuso emocional y físico y un ambiente tóxico creado por el personal. Los antiguos pacientes de la instalación, algunos de los cuales estuvieron allí durante años, compartieron sus experiencias traumáticas, pintando una marcada imagen de cómo era realmente la vida por dentro. Una ex paciente describió su tiempo en Skye House como «casi como si me tratara como un animal» (Blosser, Revista Freedom2025). Este sentimiento fue resonado por otros, quienes dijeron que la cultura en el hospital era «bastante tóxica» y abusiva.
Una historia particularmente inquietante vino de Abby, quien ingresó al hospital a la edad de 14 años y pasó más de dos años allí. Ella compartió que durante su tiempo, ella y otros pacientes estaban fuertemente sedados hasta el punto en que los dejaron en un estado de zombie. «Muchos de los pacientes eran como zombis caminando», recordó Abby en el Revista Freedom artículo. «Estábamos sedados hasta el punto en que nuestras personalidades se atenuaron». Desafortunadamente, este tipo de maltrato no se limitó a la medicación. Los pacientes a menudo fueron sometidos a restricción física, arrastrados hacia abajo o restringidos sin explicación. Una de las mujeres jóvenes, Cara, pasó más de dos años en Skye House y fue colocada en restricciones más de 400 veces según el artículo de John Blosser en Revista Freedom.
Los horrores en Skye House también se extendieron al abuso verbal. Los pacientes que se autolesionaron fueron burlados por el personal, profundizando aún más su trauma emocional. Una niña, que reflexionó sobre cómo fue tratada después de un incidente de autolesiones, compartió que el miembro del personal le dijo: «Eres asqueroso, como si fuera desagradable, debes limpiar eso» (Blosser, Revista Freedom2025). El castigo constante, el ridículo y la fuerza física dejaron a los pacientes sintiéndose aislados, impotentes y deshumanizados.
Las revelaciones del Revista Freedom El artículo resalta además las alarmantes fallas del sistema. El tratamiento de Skye House de estos jóvenes vulnerables no solo no fue de expectativas, sino que, en muchos casos, fue bruscamente cruel. Según la Ley de Salud Mental de Escocia, los pacientes podrían ser institucionalizados involuntariamente y tratados sin su consentimiento, lo que permitió la práctica de la droga forzada, la terapia con electrochoque y la detención indefinida. Este acto, aunque está destinado a proteger a las personas con problemas de salud mental, ha sido criticado por permitir el maltrato severo, como lo demuestran los horrores en Skye House (Blosser, Revista Freedom2025).
Quizás el detalle más desgarrador mencionado en el artículo fue el trágico suicidio de Louise Menzies, de 14 años, que se colgó en una llamada sala «suicida a prueba de suicidio» en Skye House en 2013. A pesar del diseño «a prueba de suicidio», la muerte de Louise destacó las fallas significativas de la atención de las instalaciones y la falta de atención adecuada a las necesidades de sus pacientes. Incluso después de esta tragedia, el abuso continuó, lo que llevó a la investigación de la BBC y la posterior protesta de los medios.
El gobierno escocés se ha visto obligado a abordar los problemas planteados por el documental. Maree Todd, el Ministro de Bienestar Mental, expresó su conmoción en el Parlamento, reconociendo que lo que se reveló en el programa era profundamente preocupante. Ella prometió que se tomarían medidas para garantizar que tal situación no se permitiría continuar. Mientras tanto, el Dr. Scott Davidson, director médico de NHS Greater Glasgow y Clyde, admitió que el nivel de atención brindado en Skye House estaba «por debajo del nivel que esperaríamos para nuestros jóvenes».
Este escándalo es solo una parte de un problema más grande que enfrenta el sistema de atención de salud mental de Escocia, que ha sido criticado por no proteger a sus ciudadanos más vulnerables. El abuso en Skye House es sintomático de un sistema roto que necesita una reforma integral. Las promesas del gobierno de implementar más inspecciones de instalaciones psiquiátricas son solo un pequeño paso hacia la revisión necesaria del sistema. El marco actual, particularmente el poder otorgado a los psiquiatras en virtud de la Ley de Salud Mental, ha permitido que los abusos no controlados tengan lugar, como fue el caso de Skye House.
Mientras Escocia lidia con las consecuencias de estas revelaciones, es crucial que el gobierno tome medidas inmediatas y significativas para abordar el abuso y la negligencia que tuvo lugar en sus instalaciones psiquiátricas. Los jóvenes sometidos a tales horrores merecen algo mejor que un sistema roto que castiga en lugar de cuidarlos. El tiempo para la reforma está muy atrasado, y los sobrevivientes de Skye House ahora están hablando para garantizar que ningún otro niño tenga que soportar el mismo destino. Las historias de las víctimas no deben ser olvidadas, y su coraje al compartirlas debería servir como un grito de reunión por el cambio.
Está claro que el sistema de atención de salud mental de Escocia necesita una revisión completa, comenzando con la protección y el tratamiento adecuado de los niños vulnerables. Solo responsabilizando a estas instituciones, podemos esperar evitar más abusos como los que tuvieron lugar en Skye House.
Publicado originalmente en The European Times