NOTADEPRENSA // Valencia, España – Los Ministros Voluntarios de Scientology (VMs) han coordinado más de 3000 horas de trabajo voluntario hasta ahora Valencia y las solicitudes de voluntarios siguen creciendo, mientras que todavía se necesita mucho más. Los VMs en Valencia están limpiando calles, casas, garajes, entregando comida, ropa y herramientas, todo gracias a la solidaridad de la red de Scientology en España, a la que se han unido amigos y familiares, y al generoso apoyo de la International Association of Scientologists, gracias a la cual están llegando más voluntarios para contribuir en el rescate y reconstrucción de la «vida normal» en la medida de lo posible.
El 29 de octubre de 2024, España se enfrentó a un desastre hidrológico catastrófico cuando una gota fría, o DANA, desató lluvias torrenciales en toda la región, devastando especialmente hasta 65 pueblos de la provincia de Valencia y alrededores. Esta depresión aislada en niveles altos, clasificada como «sistema convectivo de mesoescala», provocó precipitaciones totales asombrosas, registrándose en algunas zonas más de 600 litros por metro cuadrado. El observatorio AVAMET de Turís (Valencia) registró la friolera de 640,8 l/m², mientras que Chiva registró 600,2 l/m², lo que provocó el desbordamiento de ríos y barrancos a lo largo de la costa mediterránea. Las consecuencias han sido trágicas: al menos 217 muertos (211 en Valencia, Castilla-La Mancha y Andalucía) y cuantiosos daños materiales. Este suceso se cuenta entre las peores catástrofes hidrológicas de la historia de España, y recuerda a calamitosos acontecimientos anteriores, como los del Vallés y Biescas.
Pero a medida que subían las aguas y aumentaban los desafíos, también lo hacía una profunda muestra de humanidad y resistencia con miles y miles de voluntarios. Entre los socorristas de primera línea, que incluyen a la Cruz Roja, Cáritas, Protección Civil y otros, se encuentran los Ministros Voluntarios de Scientology, cuyas vibrantes camisetas amarillas se han convertido en sinónimo de esperanza y apoyo en las zonas afectadas por catástrofes en todo el mundo. Estos voluntarios se han movilizado incansablemente, ofreciendo asistencia esencial, apoyo logístico y consuelo emocional a aquellos cuyas vidas se han visto trastornadas.
Ante la crisis, el valor del espíritu humano se convierte en una fuerza poderosa, y en Valencia (ESPAÑA), ese espíritu se comparte y fortalece a través de los esfuerzos de la comunidad, la ayuda internacional y la dedicación del voluntariado.
Las inundaciones de Valencia: La magnitud del desastre
Aunque la propia capital parece físicamente intacta por el desastre, las zonas residenciales y los comercios de unos 65 pueblos de la provincia están ahora irreconocibles, sepultados bajo las turbias aguas que siguen impidiendo el paso de personas y coches. Los medios de comunicación hablan de más de 200 muertos, miles de desaparecidos y miles de personas más que se han visto obligadas a evacuar, muchas de las cuales viven ahora en condiciones precarias mientras los refugios de emergencia alcanzan su capacidad máxima y muchos nuevos refugios improvisados aparecen gracias a la buena voluntad de ciudades y pueblos vecinos.
Para muchos, el viaje hacia la seguridad ha estado plagado de obstáculos. Las familias han quedado separadas, los residentes ancianos están varados y, con las carreteras muy obstaculizadas, algunos no han tenido más remedio que empezar a sacar ellos mismos las aguas de los garajes y cuartos subterráneos. Sin embargo, en medio de estas escenas de desesperación, un esfuerzo concertado de las autoridades locales, grupos humanitarios, voluntarios improvisados y Ministros Voluntarios de Scientology ha dado a la ciudad un rayo de esperanza.
Los Ministros Voluntarios de Scientology: Una historia de servicio
El programa de Ministros Voluntarios, una iniciativa de divulgación de la Iglesia de Scientology, fue establecido a principios de la década de 1970 por el fundador de Scientology, L. Ronald Hubbard. Diseñados para proporcionar ayuda humanitaria en zonas de crisis, los Ministros Voluntarios han servido como puente de ayuda y consuelo durante décadas. Su lema, establecido por el fundador de Scientology, L. Ronald Hubbard, es «Se puede hacer algo al respecto», y capta la esencia misma de su misión: la creencia de que, ante la adversidad, la asistencia proactiva siempre puede ofrecer un camino hacia adelante.
Estos voluntarios de camiseta amarilla han estado presentes en algunos de los escenarios de catástrofe más desafiantes de todo el mundo, desde el huracán Katrina, los terremotos de Haití, el desastre de Fukushima de 2011, y muchos otros, como Turquía, Marruecos, Italia, República Checa y muchos otros. Dotados tanto de formación especializada en respuesta a emergencias como de un espíritu compasivo, los VM se han labrado una reputación de personal de respuesta fiable. Trabajan en colaboración con otros grupos humanitarios, adaptando sus esfuerzos a las necesidades particulares de cada crisis.
En Valencia, las MV han sido de las primeras en responder, coordinando sus esfuerzos con Protección Civil y los servicios de emergencia locales, y han proporcionado el refugio y el apoyo necesarios al equipo de rescate mexicano de «Los Topos», conocido internacionalmente. Sus contribuciones van desde la distribución de suministros esenciales -alimentos, agua, mantas, botas, ropa, maquinaria pesada e incluso juguetes- hasta el apoyo emocional a quienes se enfrentan a la pérdida de sus hogares, sus medios de subsistencia y su sensación de seguridad.
En coordinación con «Los Topos»: Una Alianza Internacional de Ayuda
Junto con los Ministros Voluntarios de Scientology, la llegada de «Los Topos», un equipo de rescate mexicano de élite, ha reforzado los esfuerzos de ayuda. Conocidos por sus excepcionales habilidades en búsqueda y rescate urbano, especialmente bajo edificios derrumbados y escombros, Los Topos se han coordinado con los Ministros Voluntarios, las autoridades regionales y los trabajadores de rescate, para maximizar el alcance de su ayuda. En Valencia, su experiencia ofrece una esperanza inestimable, especialmente para evacuar a los residentes atrapados en estructuras parcialmente sumergidas o llegar a comunidades aisladas.
El vínculo entre los Ministros Voluntarios y Los Topos se remonta a años atrás, y su historia común de respuesta a catástrofes les ha permitido desarrollar una relación de trabajo sin fisuras. Los Topos, llamados así por su habilidad para hacer «túneles» a través de escombros y terrenos difíciles, son ampliamente reconocidos por su valentía y compromiso en algunos de los escenarios de rescate más desalentadores del mundo.
En Valencia, su llegada ha traído un renovado sentido de esperanza para aquellos que aún esperan ser rescatados, así como para las familias que esperan ansiosamente noticias de sus seres queridos.
Historias de resiliencia y esperanza
En los barrios devastados por las inundaciones, los supervivientes hablan de la calidez y la dedicación mostradas por los Ministros Voluntarios.
Los Ministros Voluntarios han establecido un centro de coordinación y un lugar de almacenamiento, además de un puesto de socorro para recibir y distribuir los materiales donados. También están ayudando a coordinar espacios para que los afectados puedan descansar, recibir suministros y encontrar consuelo, así como ayudando a voluntarios improvisados de todo el país y del mundo, para que tengan espacios donde dormir. Los VM están proporcionando información y creando redes para que las familias conozcan sus opciones, encuentren refugio temporal y conozcan a voluntarios que les prestan un oído compasivo. Muchos se sienten profundamente conmovidos por la genuina atención y el apoyo que reciben de los Ministros Voluntarios.
«Estas personas me dieron esperanza cuando creía que ya no me quedaba ninguna», dice una de las víctimas de las inundaciones. «No se limitaron a darme una manta y comida, se quedaron y me escucharon. Eso marcó la diferencia».
Un frente unido contra la adversidad
La fuerza de la respuesta de Valencia reside en su gente: los residentes locales y los aliados internacionales que permanecen codo con codo frente a las inmensas dificultades. Los Ministros Voluntarios y Los Topos ejemplifican la poderosa sinergia que puede surgir cuando individuos, comunidades y grupos humanitarios trabajan juntos. Los voluntarios proceden de entornos diversos pero comparten un propósito común: estar ahí para los demás, independientemente de las circunstancias.
Aunque el camino de Valencia hacia la recuperación será largo, el apoyo que llega de todos los rincones del mundo nos recuerda nuestra humanidad colectiva. Y mientras la ciudad se enfrenta a la abrumadora tarea de la reconstrucción, lo hace sabiendo que no está sola.
Mirando al futuro: Reconstruir con esperanza
A medida que el lodo y el agua retroceden lentamente, la atención pasa del rescate a la reconstrucción. Los Ministros Voluntarios se han comprometido a permanecer en Valencia todo el tiempo que sea necesario, no sólo para prestar socorro inmediato, sino también para las labores de recuperación a largo plazo. Su presencia será decisiva cuando los residentes vuelvan a salvar sus casas e intenten reconstruir sus vidas.
Por ahora, en medio de la incertidumbre, hay esperanza. Una esperanza que llevan todos los voluntarios que tienden una mano, todos los rescatadores que sacan a alguien del peligro y todos los miembros de la comunidad que se mantienen firmes. Los valencianos no se enfrentan solos a esta catástrofe: cuentan con el apoyo de una red mundial de compasión, resistencia y apoyo inquebrantable.
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