En un llamado a una mayor solidaridad global con el pueblo de Sudán, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) dijo que alrededor de 800.000 personas han huido a Ondo, en el vecino Chad, después de soportar una “violencia inimaginable”.
Leni Kinzli, responsable de comunicaciones del PMA, dijo a los periodistas en Ginebra que quienes huyeron de zonas en riesgo de hambruna dijeron que lo habían hecho “porque no quedaba nada para comer y todas sus cosechas habían sido destruidas por las inundaciones”.
Demasiado peligroso para cultivar
Otros dijeron que “ni siquiera podían cultivar porque era demasiado inseguro ir a sus campos” debido a los combates entre las Fuerzas Armadas Sudanesas y las Fuerzas de Apoyo Rápido que estallaron el 15 de abril del año pasado.
“Estamos haciendo todo lo que podemos, pero no podemos detener la hambruna generalizada y las muertes relacionadas con el hambre sin el apoyo y la atención de la comunidad internacional”, afirmó la señora Kinzli. “Los líderes mundiales deben prestar a esta catástrofe humanitaria la atención que requiere, atención que debe traducirse en esfuerzos diplomáticos concertados al más alto nivel para impulsar un alto el fuego humanitario y, en última instancia, el fin del conflicto”.
Acceso a la ayuda concedido
Desde que se reabrió el cruce fronterizo de Adre desde Chad hacia Sudán hace un mes, el PMA ha transportado 2.800 toneladas de alimentos y suministros nutricionales a la región de Darfur, lo que garantiza ayuda suficiente para un cuarto de millón de personas. De esa cifra, 100.000 están en riesgo de hambruna, dijo la agencia de la ONU, advirtiendo que la guerra ha empujado a unos 36 millones de personas al hambre en Sudán y la región vecina.
“Los camiones que transportan alimentos y suministros nutricionales vitales cruzan esa frontera todos los días, a pesar de enfrentar retrasos debido a las inundaciones estacionales de los ríos y las condiciones fangosas de las carreteras donde los convoyes de ayuda se quedan atascados”, dijo la Sra. Kinzli.
Aunque Chad no está en guerra, las necesidades allí también son asombrosas, explicó la responsable del PMA: “La gente sólo se encuentra con el hambre y la miseria” una vez que cruzan la frontera desde Sudán, afirmó. “A pesar de recibir asistencia alimentaria, muchos luchan por sobrevivir y, si tienen suerte, comen una vez al día. Como una adolescente que conocí… que perdió a sus padres y está cuidando a sus hermanos menores. A veces sólo puede ofrecerles agua en lugar de comida. Si esa es la situación de la gente en un lugar comparativamente seguro y estable, es difícil imaginar lo que están pasando las personas que enfrentan hambruna o están en riesgo de hambruna en Sudán”.