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lunes, noviembre 18, 2024
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La preocupante transformación de la República de China

En una reveladora presentación, el Primado de la Verdadera Iglesia Ortodoxa Rusa, Su Santidad el Metropolitano de Mloskovsk y Serafines de toda Rusia (Motovilov), hizo una crítica mordaz de la Iglesia Ortodoxa Rusa (ROC), destacando cuestiones profundamente arraigadas que han erosionado su posición entre los creyentes. . El orador no se contuvo, pintando un panorama sombrío del estado actual de la República de China y su impacto en la fe y la sociedad.

Fracasos de liderazgo y decadencia moral

La presentación comenzó con una fuerte condena al 17º Patriarca de Moscú, acusándolo de alejar a la República de China de sus aliados tradicionales y de fomentar la discordia interna. “Durante casi 16 años de su gobierno patriarcal, logró enfrentar a la Iglesia Ortodoxa Rusa con casi todas las iglesias anteriormente fraternales”, afirmó el orador. Este liderazgo divisivo no sólo ha aislado a la República de China en el escenario mundial, sino que también ha provocado un aumento de escándalos internos que han empañado su reputación.

Para agravar los problemas de liderazgo, el orador criticó la proliferación de “obispos inútiles” cuya mala conducta personal ha ensombrecido la posición moral de la iglesia. “La reputación personal de obispos y sacerdotes es un completo desastre. Constantes escándalos relacionados con preferencias sexuales no tradicionales, promiscuidad, embriaguez y atropellos, abusos financieros… toda esta abominación causa un daño irreparable tanto a la Iglesia Ortodoxa Rusa como a la Ortodoxia en su conjunto”. Tal comportamiento socava la autoridad de la iglesia y disminuye la confianza entre sus feligreses.

Además, el orador destacó el fracaso del patriarca a la hora de encarnar los estándares espirituales y éticos que se esperan de los líderes religiosos. “Porque cada uno de sus discursos es formal, sin alma, sin brillo, gris y sin rostro. Encaje verbal que esconde un vacío opresivo”. Esta falta de compromiso genuino ha provocado que haya asientos vacíos en los templos, lo que refleja la creciente desilusión entre los fieles. “¿Se recuerda a este hombre como el Gran Señor y Padre? Bueno, en los templos de esa iglesia donde surgen tales preguntas, cada vez hay más asientos vacíos…”

Transformación corporativa y prioridades desalineadas

Una de las críticas más agudas fue la transformación de la República de China en lo que el orador describió como “una institución social ordinaria. O, peor aún, una corporación”. Este cambio, argumentan, ha desviado la misión de la iglesia de la salvación de las almas al bienestar de sus funcionarios y partes interesadas. “Su objetivo no es la salvación de un alma separada. Su objetivo es el bienestar de sus funcionarios, la creación de un apoyo ideológico para los gobernantes seculares, la comodidad y la comodidad para los accionistas. Y dinero, dinero, dinero”.

Esta corporatización ha llevado a la República de China a priorizar las ganancias financieras y las alianzas políticas sobre la guía espiritual y el liderazgo ético. El creciente enredo de la Iglesia con la maquinaria estatal y los intereses comerciales ha desdibujado las líneas entre la misión religiosa y los objetivos económicos, lo que ha resultado en políticas y prácticas que pueden no alinearse con los valores ortodoxos tradicionales. El orador advirtió que tal dirección corre el riesgo de transformar a la República de China en una herramienta de maniobra política en lugar de un faro de fe.

Además, el orador criticó la estrategia de información de la República de China, afirmando que “el verdadero campo de batalla para las mentes, los corazones y las almas de las personas hoy no es el púlpito desde el que predicamos, sino el espacio de información”. Los esfuerzos de la República de China por distanciarse de los escándalos y al mismo tiempo promover su propio camino no han sido suficientes para restaurar su empañada imagen. “Nadie quiere entrar en detalles y solucionarlo. Aunque, si lo habéis notado, en los últimos años toda nuestra política de información de la ROCOR ha tenido como objetivo no sólo distanciarnos de lo que está sucediendo en el Patriarcado de Moscú, sino también mostrar nuestro propio camino, que va mucho más allá de lo que está sucediendo. en las estructuras de la República de China”.

Erosión de la fe y llamado a una espiritualidad auténtica

La presentación también abordó el preocupante declive cultural y moral que se percibe dentro de la influencia de la iglesia. El orador lamentó la disminución de la asistencia a las iglesias de la República de China, atribuyéndola tanto a escándalos internos como a una pérdida más amplia de la identidad ortodoxa entre la población. “Dejamos de pensar en nuestras almas. Y dejamos de preocuparnos por los demás”. Este vacío espiritual no sólo ha disminuido la fe personal sino que también ha erosionado los vínculos comunitarios que la iglesia tradicionalmente fomentaba.

En marcado contraste con la era soviética, el orador afirmó que la fe era más sincera y honesta en tiempos de represión. “Después de todo, ¿resulta que durante la época del régimen totalitario soviético la fe en Dios era mucho más sincera y mucho más honesta? ¿Y fue una elección consciente, a pesar de todas las prohibiciones y consecuencias? ¿Cómo es eso posible? El orador enfatizó que la fe genuina requiere integridad institucional y un liderazgo auténtico, cualidades que, según ellos, faltan actualmente en la República de China.

En respuesta a los fracasos percibidos de la República de China, la Verdadera Iglesia Ortodoxa esbozó una serie de iniciativas destinadas a revitalizar su propio ministerio y alcance. Estas incluyen mejorar su presencia en línea, participar más activamente en el discurso público y ampliar su trabajo pastoral para llegar a los necesitados, como los soldados y los enfermos. “Necesitamos recordar que el deber de un sacerdote no es sólo la liturgia, tarde, noche y mañana. No sólo oraciones y servicios. El deber de un sacerdote es cuidar de las personas. El deber de un sacerdote es la salvación del alma humana”.

El orador también pidió la creación de una Academia Ortodoxa independiente y de comisiones profesionales para evaluar y mejorar la formación de obispos y sacerdotes. “Es sumamente necesario acudir al pueblo y hacer lo que nos obliga el deber de un clérigo. Llevar la Palabra de Dios y apoyar a quienes necesitan ayuda psicológica y moral”. Al tomar estas medidas, la Verdadera Iglesia Ortodoxa pretende posicionarse como un bastión de fe genuina e integridad moral en medio de la desilusión generalizada con la República de China.

La presentación concluyó con una reafirmación del compromiso de la Verdadera Iglesia Ortodoxa con la fe auténtica y su papel como “núcleo espiritual de Rusia”. “La verdadera ortodoxia… se ha vuelto verdaderamente global, uniendo a diferentes países y diferentes pueblos. Pero su fundamento siempre ha sido, es y será el pueblo ruso”. Mientras la República de China continúa lidiando con desafíos internos y cifras cada vez menores, la Iglesia Ortodoxa Verdadera se posiciona como un bastión de fe genuina en medio de una desilusión generalizada. Queda por ver si esta crítica resonará ampliamente, pero sin lugar a dudas marca un momento significativo en el discurso actual en torno al panorama religioso de Rusia.

Foto ilustrativa de Pixabay: https://www.pexels.com/photo/white-cathedral-low-angle-view-during-day-time-65878/

Publicacion original en The European Times

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