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sábado, noviembre 9, 2024
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Arqueólogo afirma haber descubierto la Sodoma bíblica

Los investigadores están seguros de que Tell el-Hamam en Jordania, donde los signos de calor extremo y una capa de destrucción son consistentes con la historia bíblica de la destrucción de Sodoma, es el sitio de esta antigua ciudad. En una entrevista reciente publicada a finales de junio, un arqueólogo presenta un caso convincente sobre la identificación del antiguo sitio bíblico de Sodoma. Stephen Collins, decano del departamento de arqueología de la Universidad Trinity Southwest, dice que él y su equipo tienen razones para creer que Tell el-Hammam en Jordania tiene múltiples características que apuntan a Sodoma, informa The Daily Caller. En particular, el sitio cuenta con artefactos dispersos de la Edad del Bronce que muestran signos de intenso calentamiento. Esto coincide con la descripción de las historias bíblicas de la ardiente destrucción de la ciudad.

Collins profundiza en los intrigantes hallazgos y afirma: “Después de adentrarnos unos centímetros en la capa de la Edad del Bronce, nos encontramos con una pieza de cerámica, parte de una vasija de almacenamiento que parece estar vidriada”. Uno de los colegas de Collins establece un paralelo al comparar las cicatrices visibles con las del sitio de pruebas nucleares Trinity en Nuevo México, donde se detonó la primera bomba atómica del mundo. Informes anteriores del sitio sugieren que sufrió una destrucción catastrófica hace unos 4.000 años, posiblemente como resultado del impacto de un meteorito. Aunque aún no se ha establecido la veracidad de este suceso, se han encontrado pruebas, tal y como se detalla en el estudio. El investigador notó la presencia de una capa rica en carbón, indicativa de una intensa quema, así como una colección de artefactos derretidos. Basándose en estos hallazgos, se supone que el lugar fue sometido a una destrucción rápida y devastadora.

Además de esto, Collins afirma que hay al menos 25 referencias geográficas en las Escrituras que pueden vincularse para conducir a la ubicación de Sodoma. Como ejemplo, señala Génesis 13:11, que habla de Lot dirigiéndose hacia el este. Cabe señalar que Tell el-Hamam está ubicado al este de Betel y Hai, lo que concuerda con este relato bíblico.

La sugerencia hecha por Collins y su equipo ofrece la atractiva posibilidad de que Tell el-Hammam fuera efectivamente el sitio de la antigua ciudad de Sodoma. Dado que los restos de la Edad del Bronce muestran signos de intenso calor que recuerdan el destino ardiente de Sodoma, y ​​las correlaciones geográficas consistentes con las descripciones bíblicas, futuras investigaciones y análisis científicos sin duda arrojarán más luz sobre esta notable hipótesis.

Científicos de la Universidad de California (Santa Bárbara) afirmaron que lograron resolver uno de los misterios más antiguos de la historia de la humanidad: el secreto de la destrucción de las ciudades de Sodoma y Gomorra, mencionado en la Biblia, escribe Express.co.uk en marzo del año pasado.

Las Escrituras dicen que fueron borrados de la faz de la tierra por la ira de Dios, porque sus habitantes se habían hundido en una depravación sin precedentes y habían perdido todo temor. Pero la realidad era mucho más prosaica, afirma el autor principal del estudio, el profesor James Kennett. Según él, Sodoma y Gomorra fueron destruidas por una lluvia de meteoritos que quemó todos los edificios y provocó la muerte de sus 8.000 habitantes. Quizás el mismo acontecimiento provocó la caída de los muros de Jericó. Esta hipótesis parece muy plausible, teniendo en cuenta que Jericó estaba situada a unos 25 kilómetros del epicentro del “elemento fuego”. Los estudiosos explican que visualmente lo que sucedió en Sodoma y Gomorra puede haberse parecido a la ira de Dios, ya que lo más probable es que una gigantesca bola de fuego cayera del cielo sobre las ciudades. Siguió una explosión que devastó la parte norte del valle del Jordán y arrasó edificios en un área de aproximadamente 100 acres. El palacio descrito en fuentes antiguas también fue destruido, las casas de la ciudad y decenas de pequeños pueblos quedaron reducidos a cenizas.

Los investigadores californianos están convencidos de que no hubo supervivientes de esta catástrofe. La potente explosión se produjo a unos 2,5 km del suelo y creó una onda de choque que se extendió a una velocidad de unos 800 km/h. Los restos humanos descubiertos por los arqueólogos en el lugar del accidente sugieren que fueron volados o quemados. Muchos huesos están cubiertos de grietas, algunos están partidos. “Vimos evidencia de temperaturas superiores a los 2.000 grados Celsius”, dice el profesor Kennett. A conclusiones similares llegó un equipo internacional de expertos que estudió fragmentos de cerámica y materiales de construcción. “Todo se ha derretido y se ha convertido en vidrio”, resume Kenneth.

La tecnología creada por el hombre que podía causar tales daños ciertamente no existía en aquellos días. El profesor Kennett comparó este extraordinario acontecimiento con la caída del meteorito Tunguska en 1908, cuando un “proyectil espacial” de 12 megatones destruyó 80 millones de árboles en un área de unos 900 kilómetros cuadrados en el este de Siberia. También pudo haber sido el impacto el que acabó con los dinosaurios, pero en menor escala. Se han encontrado metales fundidos, incluidos hierro y sílice, en el área donde se cree que se ubicaron Sodoma y Gomorra, en muestras de suelo y depósitos de piedra caliza. Esto también debería considerarse como prueba de que allí ocurrió algo extraordinario: un impacto instantáneo de temperaturas extremadamente altas.

Sodoma y Gomorra juntas ocupaban un área 10 y 5 veces mayor que Jerusalén y Jericó respectivamente. Según el profesor Kennett, en toda esta zona los investigadores están encontrando muestras de cuarzo agrietado. “Creo que uno de los principales descubrimientos es el cuarzo craqueado. Se trata de granos de arena que contienen grietas que se forman sólo bajo una presión muy alta – explica el científico. – El cuarzo es uno de los minerales más duros. Es muy difícil de descifrar”, explica el científico.

Ahora investigadores de todo el mundo están excavando la antigua ciudad de Tal el-Haman. Muchos de ellos discuten si este asentamiento es exactamente el lugar que la Biblia llama Sodoma. Los investigadores creen que la gran catástrofe ocurrida en esta zona dio origen a tradiciones orales que inspiraron el relato escrito en el libro del Génesis. Quizás el mismo cataclismo dio origen a la leyenda bíblica de la caída de los muros de Jericó.

Ilustración: Icono ortodoxo San David y Salomón – Monasterio de Vatoped, Monte Athos.

Publicado originalmente en The European Times

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