La guerra iniciada por la organización terrorista HAMAS a primeros de Octubre, está sembrando de cadáveres de hombres, mujeres y niños las calles de Israel y de la Franja de Gaza. A estas alturas del conflicto, donde parece ser que la opinión pública mundial está comprando los argumentos de dicha organización terrorista, aliada y financiada por un país que no respeta los derechos humanos, encarcelando y asesinando a hombres, mujeres y niños, que no acceden a pensar como ellos. Son organizaciones fraudulentas y estados de pensamiento totalitario y único que no respetan a nadie.
Se habla de muertos palestinos en la Franja de Gaza. ¿Cuántos? 8.000 muertos, 3.000 de ellos niños. ¡¡¡Terrible!!! Pero, sin demagogia, ¿quién comenzó el conflicto, quién puso sobre la mesa en los primeros instantes 1.400 cadáveres de judíos? ¿Quién secuestró a hombres, mujeres y niños? 239 a día de hoy. ¿Quién ha llamado a una Intifada mundial contra el judío allá donde se encuentre, tratando de levantar al mundo musulmán y, sobre todo, a los lobos solitarios que ya van haciendo de las suyas? ¿Quién se esconde, cual ratas, en túneles, debajo de colegios, hospitales e iglesias, utilizando a su propia gente como escudos humanos? ¿A quién la vida de los suyos le importa tan poco? A una organización terrorista: HAMAS, y a quienes lo financian, en especial IRAN o QATAR.
¿Dónde han quedado los derechos humanos de la joven israelí-alemana Shani Louk, quien estaba aquel fatídico 7 de octubre en una fiesta por la paz, cerca del lugar donde comenzaron los hechos? Su madre, Rebeca Louk, comentaba hace un par de días que se había recibido la confirmación oficial de su muerte. HAMAS, sin entregar el cadáver así lo había afirmado a través de sus canales oficiales. A Shani Louk, la pudimos ver en la parte trasera de una camioneta, maniatada como si fuera un animal, ensangrentada, y en ropa interior por lo que se podían apreciar los golpes que había recibido, mientras un puñado de terroristas sonreía, babeando por la presa obtenida. Aquel video vulneraba los derechos humanos de aquella joven sin que, al perecer, demasiados medios se sintieran horrorizados por lo que expresaba aquella historia, por lo que nos estaba diciendo de quienes cometieron los asesinatos de judíos en aquellas primeras horas del 7 de octubre.
En Occidente, mientras hablamos de los horrores de la guerra y nos damos golpes de pecho por los niños fallecidos, en la Franja de Gaza y por la falta de alimentos y asistencia a los desplazados, compramos la infame e ignorante atrocidad que nos venden los terroristas, quienes se quedan con cuanto pueda ser necesario para alimentar a sus tropas con el fin de seguir combatiendo. La gente en la Franja sabe perfectamente que sólo son carne de cañón y que para quienes les lideran no significan absolutamente nada, tan sólo más rédito en su cuenta de imágenes que mostrar al mundo, con el único propósito de conseguir más financiación de determinados países, incluidos los países comunistas con el único propósito de seguir matando al judío en todo el mundo. Luego será al infiel.
En la II Guerra Mundial fueron asesinados en los campos de exterminio 6 millones de judíos. Hombres, mujeres y niños. ¿Qué hicieron los países musulmanes en aquella época? Alegrarse, «los judíos deberían ser exterminados allá donde se encuentren». Y cuando se termina la guerra, donde los judíos pusieron seis millones de muertos, seis millones de historias, millones de ellas sin contar todavía, se les cede un territorio al que como pueblo, históricamente tenían derecho. Y van construyendo un estado rodeados de enemigos ancestrales y se convierten, con los años, en la única democracia consolidada de la zona, entre sociedades medievalizadas que siguen aplicando castigos inhumanos a mujeres y a quienes no comulgan con sus ideas. Gobiernos totalitarios al servicio de Leyes Viejas cuya práctica esclaviza al hombre, sea éste musulmán, cristiano o judío.
Pero la tragedia de dicho pueblo no terminó ahí. 6 millones de muertos no fueron suficiente ignominia y algún estado comunista en la década de los 60 decidió que podría vender a cambio de cerdos o dinero a cuantos judíos quedaban en su territorio. Y por ello el gobierno deleznable de Ceausescu, en la vieja Rumania. Aunque para llegar a ello los judíos tuvieron que sufrir todo un calvario, del que apenas voy a mostrar unos breves apuntes.
En un magistral libro de la periodista francesa Sonia Devillers, Los exportados, de la editorial Impedimenta, en su nota de prensa sobre el mismo se puede leer lo siguiente (son los primeros párrafos, aunque animo al lector seguir informándose sobre este atroz tema):
Judíos cambiados por cerdos. De la mejor raza. Decenas de miles de judíos rumanos fueron desde los años cincuenta y durante décadas intercambiados por el gobierno comunista para permitirles abandonar el país. Primero por animales “de alto rendimiento”. Luego, por dinero. Inicialmente, como si fuera una broma macabra, se les intercambió por los cerdos que tenían prohibidos. También por vacas frisonas, granjas mecanizadas de pollos y ovejas australianas. Más tarde, por entre 2.000 y 50.000 dólares según edad y profesión. Un dinero pagado sobre todo por los servicios secretos israelíes. Los judíos fueron en época de Ceausescu el segundo producto de exportación de la empobrecida Rumanía tras el petróleo. Familias enteras, como los abuelos, la madre y la tía de la periodista francesa Sonia Devillers, que une memoria familiar e historia en el doloroso, poético y preciso Los exportados, (Impedimenta).
Un libro en el que lo denigrante de esa venta queda eclipsado por el horror inimaginable y atroz que sufrieron, años antes, cientos de miles de judíos rumanos en la segunda Guerra Mundial, durante el régimen del mariscal Antonescu, a manos de sus compatriotas, sin necesidad de Hitler.
Un holocausto rumano con pogromos en Bucarest o Lasi, en la que los que lograron escapar acabaron en trenes de mercancías cuyos vagones no dejaban pasar ni aire ni luz. De ellos salieron más de 5.000 cadáveres. “La idea de los trenes de la muerte, otra innovación rumana”, ironiza Devillers. En Odesa, ocupada durante la guerra por tropas rumanas, colgaron a 8.000 judíos de farolas y balcones. A otros 4.000 les pegaron un tiro en la nuca.
Y caído el régimen pronazi de Antonescu, los comunistas rumanos no tardaron en las purgas antisemitas y en expulsar de los trabajos y del partido a los judíos. Que quisieron emigrar en masa. Se les bloqueó la salida hasta que se vio el negocio. “Había unos 750.000 judíos en Rumanía antes de la guerra. La mitad murieron en ella. De los 350.000 que quedaron, al caer Ceausescu quedaban 10.000. Es la historia de un país vaciado de sus judíos. Primero deportados, luego exportados”, dice Devillers.
Historias como esta nos pueden parecer lejanas hoy día, pero no debemos olvidar que anoche mismo (29 de octubre de 2023), una turba de musulmanes, asaltó el aeropuerto de la capital de Daguestán con el propósito de asesinar a cuantos ciudadanos israelíes, fueran judíos o no, se encontrasen. Las imágenes son aterradoras. Y hombres, mujeres, y niños tuvieron que refugiarse donde pudieron, con el fin de evitar ser tomados como rehenes, apaleados e injustamente asesinados. Las turbas son peligrosas siempre, y si a ello le añadimos un componente religioso y peligrosamente xenófobo, todavía más.
Se cuentan ya por decenas las acciones de lobos solitarios en todo Occidente. Pero no todas ellas están saliendo a la luz por no alarmar a la opinión pública mundial. Se ejerce en todo el Occidente democrático una especial vigilancia, no solamente policial sobre determinadas mezquitas cuyos líderes se sabe que están radicalizados. En el país en el que escribo este artículo estamos en alera 4 Reforzada, la próxima es la alerta 5 y última, el ejército tendría que salir a la calle. La opinión pública desconoce las acciones que se están llevando a cabo, pero de fuentes muy cercanas sé, que el Alto Estado Mayor de la Defensa está testeando permanentemente cientos de llamadas vinculadas a personas extremistas en este país.
Antes del día 7 de octubre, cuando al grupo terrorista, avalado por los estados que le apoyan, decidió cambiar el curso de la historia, vivíamos mejor. Y hoy, mientras la opinión pública mundial ha comprado lo que una organización terrorista como HAMAS nos quiere vender, he decidido, sin pretender desdeñar los derechos de los palestinos, nada más lejos de mi intención; preguntarme abiertamente y a cara de perro, por los derechos humanos de los judíos, tantas veces vilipendiados a lo largo de los últimos 80 años. Tan sólo 80 años y con tantos millones de muertos y desplazados. ¡¡¡Terrible!!!
Bibliografía:
NOTA: Como siempre preguntando a los buscadores de internet y contrastando la noticia facilitada por los mismos en diferentes páginas de diarios.
Sobre el libro citado: Judíos por cerdos tras la atroz Shoah rumana – La Vanguardia – 30 de octubre de 2023 – Impedimenta
Sobre los datos de Shani Louk, el servicio de noticias de Europa Press y Las autoridades israelíes confirman la muerte de Shani Louk, la joven alemana-israelí secuestrada por Hamás (elconfidencial.com)
Otros datos, la CNN: Esta es la cronología del ataque de Hamas y la respuesta de Israel (cnn.com)
Algunos datos proceden de fuentes confidenciales.