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jueves, septiembre 21, 2023

La ONU impulsa las conversaciones de desarme ante el temor de que vuelvan a sonar los tambores de una guerra nuclear

En un mensaje con motivo del 78th En el aniversario del bombardeo atómico de Hiroshima, Guterres instó a la comunidad internacional a aprender del “cataclismo nuclear” que azotó a la ciudad japonesa el 6 de agosto de 1945.

Los tambores de la guerra nuclear suenan una vez más; la desconfianza y la división están aumentando”, dijo el jefe de la ONU en una declaración ante el Memorial de la Paz de Hiroshima, pronunciada por El Alto Representante de la ONU para Asuntos de Desarme, Izumi Nakamitsu. “La sombra nuclear que se cernía sobre la Guerra Fría ha resurgido. Y algunos países están agitando imprudentemente el sable nuclear una vez más, amenazando con utilizar estas herramientas de aniquilación”.

La agenda de paz del jefe de la ONU

A la espera de la eliminación total de todas las armas nucleares, Guterres hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que hable como una sola, como se describe en su Nueva Agenda para la Paz. Lanzada en julio de este año, la Agenda insta a los Estados miembros a renovar urgentemente su compromiso de lograr un mundo libre de armas nucleares y reforzar las normas globales contra su uso y proliferación.

“Los Estados poseedores de armas nucleares deben comprometerse a no utilizarlas nunca”, insistió, subrayando el compromiso de la ONU de seguir trabajando para fortalecer las normas globales sobre desarme y no proliferación, en particular el Tratado sobre la no proliferación de las armas nucleares (TNP) y el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares.

Las conversaciones sobre el TNP se llevarán a cabo en la ONU en la capital austriaca hasta el 11 de agosto, donde la Sra. Nakamitsu reiteró su advertencia al foro de que “desde las profundidades de la Guerra Fría” el riesgo de que se utilice un arma nuclear no era tan alto -sólo ya que el orden basado en reglas destinado a impedir su uso nunca ha sido “tan frágil”.

“Esto se debe, en gran medida, a los tiempos volátiles en los que vivimos”, continuó Nakamitsu, señalando la amenaza “existencial” que enfrenta el mundo hoy, que es el resultado del “alto nivel de competencia geopolítica, Tensiones crecientes y divisiones cada vez más profundas entre las principales potencias en décadas”.

La pregunta del billón de dólares

A las crecientes tensiones globales se suma un nivel récord de gasto militar mundial que, según se informa, alcanzó los 2.240 millones de dólares en 2022.

Esta situación ha llevado a un mayor énfasis en las armas nucleares, “a través de programas de modernización, doctrinas ampliadas, acusaciones de crecientes arsenales y, lo que es más alarmante… amenazas de utilizarlas”, explicó el Alto Representante de la ONU para Asuntos de Desarme.

“El hecho de que en los últimos 12 meses las armas nucleares se hayan utilizado abiertamente como herramientas de coerción debería preocuparnos a todos”, añadió.

El Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) de 1968 es uno de los únicos acuerdos internacionales firmados por estados tanto nucleares como no nucleares, destinado a prevenir la proliferación de armas nucleares y promover el objetivo del desarme nuclear.

Después de entrar en vigor en 1970, 191 estados se han convertido desde entonces en partes del tratado, la mayor cantidad de signatarios de cualquier acuerdo de limitación de armas.

Metas audaces

El tratado se centra en la idea de que los Estados no nucleares acuerdan no adquirir nunca armas y los Estados poseedores de armas nucleares, a cambio, aceptan compartir los beneficios de la tecnología, mientras prosiguen los esfuerzos hacia el desarme y la eliminación de los arsenales nucleares.

Además de las conversaciones de Viena que se están llevando a cabo y que se adelantan a la revisión quinquenal del TNP en 2026, los países también han intercambiado sobre cuestiones de desarme y no proliferación en el Conferencia de Desarme de la ONU en Ginebra en la semana pasada.

En los últimos días –y a pesar de la preocupación constante de que la Conferencia siga estancada debido a los acontecimientos geopolíticos– los 65 Estados miembros del foro escucharon sesiones informativas de la Oficina de Asuntos de Desarme de las Naciones Unidas (ONUDA) y el Instituto de las Naciones Unidas de Investigación sobre el Desarme (UNIDIR) sobre el uso de la inteligencia artificial (IA) en el campo de batalla.

El objetivo de tales debates es establecer un mecanismo que permita un diálogo multilateral regular y la inclusión de las opiniones de países que no participan activamente en el desarrollo de la inteligencia artificial, para garantizar el desarrollo y despliegue responsable de la IA en el ámbito militar.

La Conferencia de Desarme –que fue establecida en 1979– no es formalmente un organismo de la ONU, pero informa anualmente, o con mayor frecuencia según corresponda, a la Asamblea General de la ONU.

Su mandato refleja la convicción de la Organización de que el desarme y la no proliferación siguen siendo herramientas indispensables para crear un entorno de seguridad favorable al desarrollo humano, tal como está consagrado en el Carta de la ONU.

Además de convocar la Conferencia de Desarme, los Estados Miembros se reúnen en Ginebra para discutir una serie de acuerdos y conferencias multilaterales de desarme, incluida la Convención sobre Minas Terrestres Antipersonal (APLC), la Convención sobre armas biológicas (BWC)El Convención sobre Municiones en RacimoEl Convención sobre Ciertas Armas Convencionales (CCW), así como paneles de revisión del TNP.

Publicado originalmente en The European Times

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