La policía de Nicaragua prohibió el sábado una procesión de la Iglesia Católica en la capital “por razones de seguridad interna”, anunció el viernes 12 de agosto la Arquidiócesis de Managua en un comunicado, mientras que el obispo de Matagalpa (noreste) está sitiado por la policía desde 4 de agosto
Las relaciones entre la Iglesia Católica y el gobierno de Daniel Ortega están tensas desde 2018 cuando manifestantes que pedían la renuncia del presidente de Nicaragua se refugiaron en las iglesias. La represión de las protestas ha dejado más de 350 muertos. El presidente Ortega acusa al clero católico de complicidad en lo que llama un intento de golpe de Estado diseñado por Washington. La crisis llevó incluso a la expulsión en marzo del nuncio apostólico (embajador del Vaticano) monseñor Waldemar Sommertag.
Sin embargo, la arquidiócesis invitó a los fieles a acudir el sábado a la catedral de la capital Managua para “orar por la Iglesia en Nicaragua”. AFP notó el viernes una fuerte presencia policial alrededor de la catedral.
Santa Sede expresa preocupación por Nicaragua, llama al diálogo
El Observador Permanente de la Santa Sede ante la Organización de los Estados Americanos expresó este jueves su preocupación por la situación social y política de Nicaragua, llamando a un diálogo al servicio del bien común.
“La Santa Sede no puede dejar de expresar su preocupación al respecto, al tiempo que asegura a quienes se comprometen con el diálogo como instrumento indispensable de la democracia y garante de una civilización más humana y fraterna con la que siempre desea colaborar”.
monseñor Juan Antonio Cruz Serrano, Observador Permanente de la Santa Sede
Añadió que “la Santa Sede hace un llamamiento a las partes para que encuentren caminos de entendimiento, basados en el respeto y la confianza mutua, buscando sobre todo el bien común y la paz”.
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Publicado originalmente en The European Times