El movimiento de los agujeros negros y otros objetos masivos a través del espacio puede crear ondas en el tejido del universo, llamadas ondas gravitacionales. El 28 de junio, los científicos anunciaron la primera evidencia de un fondo de ondas gravitacionales de longitud de onda larga que llena el cosmos.
Se cree que estas ondas fueron creadas durante eones por supermasivo agujeros negros, hasta miles de millones de veces la masa de nuestro Sol, dando vueltas entre sí antes de fusionarse. Detectar el fondo de ondas gravitacionales es similar a escuchar el zumbido de un gran grupo de personas hablando en una fiesta, sin distinguir ninguna voz en particular.
Las ondas de fondo detectadas por NANOGrav podrían ayudar a los científicos a comprender mejor cómo se crean las ondas gravitacionales y qué les sucede a medida que se propagan por el universo. También podrían usarse para estudiar fusiones de agujeros negros supermasivos, que pueden durar millones de años.
Los científicos creen que estas fusiones ocurren en la mayoría de las galaxias e influyen en su evolución.
El Observatorio Norteamericano de Nanohercios para Ondas Gravitacionales (NANOGrav) presentó la evidencia en una serie de artículos publicados en Astrophysical Journal Letters.
NANOGrav es un Physics Frontiers Center financiado por la National Science Foundation de más de 190 científicos de los Estados Unidos y Canadá, incluidos científicos del Jet Propulsion Laboratory de la NASA en el sur de California y otros centros de la NASA.
La colaboración ha pasado más de 15 años recopilando datos de alta precisión de radiotelescopios terrestres, en busca de estas ondas gravitacionales.
El descubrimiento complementa la primera detección de ondas gravitacionales en 2015 por LIGO, el Observatorio Gravitacional de Interferómetro Láser. Esas señales, en una longitud de onda mucho más corta que el nuevo descubrimiento, provenían de agujeros negros de unas 30 veces la masa de nuestro Sol.
La NASA está contribuyendo a la misión Laser Interferometer Space Antenna dirigida por la ESA (Agencia Espacial Europea), un futuro observatorio espacial que detectará ondas gravitacionales que se encuentran en un rango de longitud de onda entre las detectadas por NANOGrav y LIGO.
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Publicado originalmente en The European Times