En una conferencia de prensa celebrada en París el miércoles 13 de noviembre se dio a conocer un calendario más preciso para la reapertura de la catedral vinculada a las grandes épocas religiosas y políticas de Francia. 2.000 personas, entre ellas más de 150 obispos franceses y de todo el mundo, así como jefes de Estado extranjeros, asistirán a los dos días de reapertura, el 7 y 8 de diciembre. Se espera que 15 millones de visitantes acudan cada año a la restaurada Notre-Dame.
Delphine Allaire – Ciudad del Vaticano
Auténtico tesoro espiritual y artístico del arte gótico, hogar de los más pequeños y de los más pobres, Notre-Dame de París se prepara para recuperar su brillo y su gracia renovada, cinco años después del incendio que la asoló parcialmente. «Alegría e impaciencia, porque nuestra sed es grande para acoger de nuevo al mundo entero bajo las bóvedas de la catedral», declaró el miércoles 13 de noviembre en rueda de prensa Mons. Laurent Ulrich, arzobispo de la capital francesa, bajo las bóvedas más cistercienses del Collège des Bernardins. El rector de la catedral, monseñor Olivier Ribadeau-Dumas, a 19 días de la reapertura, declaró: «Se tiene una impresión de gran sencillez y extrema delicadeza; todo es bello, todo invita a rezar, a meditar, a detenerse un momento en una experiencia espiritual del corazón y del alma».
Ceremonia de reapertura el 7 de diciembre
Los días 7 y 8 de diciembre, el mundo volverá a este refugio donde lo sagrado y lo bello se funden. Las ceremonias continuarán durante una octava hasta el 15 de diciembre, y después hasta Pentecostés, en junio de 2025. La misa de reapertura, presidida por el arzobispo de París, tendrá lugar a última hora de la tarde del sábado 7 de diciembre en presencia del presidente francés. Emmanuel Macron, que decidió restaurar el edificio durante un período de cinco años, intervendrá brevemente ante la catedral, según anunció el miércoles el Elíseo. Lo hará ante un gran número de jefes de Estado y de Gobierno extranjeros, cuya lista aún no se ha cerrado, así como funcionarios, mecenas, invitados conjuntos del Estado y de la diócesis, representantes de todas las parroquias de París, miembros del cabildo de la catedral y clérigos parisinos.
Bajo brillantes arañas y piedra rubia, el oficio de reapertura incluye el despertar del gran órgano, el canto de un himno, un salmo, el magníficatintenciones de oración por el mundo entero y el rezo del Padre Nuestro antes de la bendición final y el Dios lo bendiga. Los coros de la milenaria Maestría Notre-Dame de Paríscreada al mismo tiempo que la catedral en el siglo XII, acompañarán el oficio.
Misa inaugural el 8 de diciembre
Al día siguiente, domingo 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción y segundo domingo de Adviento, se celebrará la misa inaugural a las 10.30 horas, presidida por monseñor Ulrich. Participarán en la celebración 170 obispos franceses y de todo el mundo, así como un sacerdote de cada una de las 106 parroquias de la diócesis de París y un sacerdote de cada una de las siete iglesias católicas de rito oriental. El Presidente francés estará presente en la eucaristía. Se espera que 2.000 personas visiten la catedral durante los dos días de reapertura.
Los fieles podrán volver a la catedral a partir de la tarde del domingo 8 de diciembre, en horarios específicos durante el octavario. Durante estos ocho días, se celebrarán diversas misas por los parisinos y por quienes han contribuido a la restauración: solemnidad de la Inmaculada Concepción, por las personas consagradas, por los mecenas y donantes, asociaciones caritativas, empleados y voluntarios diocesanos, jóvenes, bomberos de París y compañeros. A partir del lunes 16 de diciembre, la catedral estará abierta al público en general en un horario ampliado.
El regreso de la Virgen con el Niño
El último gran acontecimiento antes de estas celebraciones alegres y solemnes es el «reencuentro» entre la catedral y la estatua de la Virgen con el Niño, trasladada tras el incendio del 15 de abril de 2019 a la iglesia de Saint-Germain l’Auxerrois, la parroquia de los reyes valois situada frente al Louvre.
El viernes 15 de noviembre, una procesión de antorchas marcó el regreso de la Virgen María al parvis de Notre-Dame. La estatua de la Virgen con el Niño, que se encontró intacta cuando las piedras de la bóveda quedaron esparcidas por el suelo, se convirtió, tras el incendio, en la «Virgen que se levanta», Stabat Mater, convirtiéndose en un signo de consuelo y esperanza. Ante esta estatua se convirtió el poeta Paul Claudel durante las vísperas de Navidad de 1886.
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