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sábado, noviembre 16, 2024
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Expulsiones a Ruanda: protestas tras la adopción de la ley británica

El Primer Ministro británico, Rishi Sunak, celebró la adopción, en la noche del lunes 22 al martes 23 de abril, del controvertido proyecto de ley que permite la expulsión a Ruanda de los solicitantes de asilo que hayan entrado ilegalmente en el Reino Unido.

Anunciada en 2022 por su gobierno conservador y presentada como un elemento clave de su política de lucha contra la inmigración ilegal, esta medida tiene como objetivo enviar a Ruanda a los inmigrantes que han llegado ilegalmente al Reino Unido, independientemente de su país de origen. Corresponderá al país del este de África considerar sus solicitudes de asilo. En cualquier caso, los solicitantes no podrán regresar al Reino Unido.

«La ley establece claramente que si vienes aquí ilegalmente, no podrás quedarte», afirmó Rishi Sunak. El lunes, el primer ministro aseguró que su gobierno estaba “listo” para expulsar a los solicitantes de asilo a Ruanda. «El primer vuelo saldrá en diez o doce semanas», dijo, refiriéndose a julio. Según él, estos vuelos podrían haber comenzado antes «si el Partido Laborista no hubiera pasado semanas retrasando el proyecto de ley en la Cámara de los Lores en un intento de bloquearlo completamente». «Estos vuelos despegarán pase lo que pase», insistió durante una rueda de prensa previa a la votación.

El gobierno ha movilizado a cientos de funcionarios, incluidos jueces, para procesar rápidamente cualquier apelación de inmigrantes ilegales y ha abierto 2.200 lugares de detención mientras se revisan sus casos, anunció el Primer Ministro. Se han reservado «aviones chárter», añadió, mientras, según se informa, el gobierno luchaba por convencer a las aerolíneas de que contribuyeran a las expulsiones. Un primer vuelo debía despegar en junio de 2022, pero fue cancelado tras una decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).

¿Cuánto les costará esto a los británicos?

Este texto forma parte de un nuevo tratado más amplio entre Londres y Kigali, que implica pagos sustanciales a Ruanda a cambio de alojamiento inmigrantes. El gobierno no ha revelado el coste total del proyecto, pero según un informe presentado en marzo por la Oficina Nacional de Auditoría (NAO), el organismo que controla el gasto público, podría superar los 500 millones de libras esterlinas (más de 583 millones de euros).

“El gobierno británico pagará £370 millones [€432.1 million] en el marco de la asociación entre el Reino Unido y Ruanda, 20.000 libras adicionales por persona y 120 millones de libras una vez que las primeras 300 personas hayan sido reubicadas, más 150.874 libras por persona para costos operativos y de procesamiento”, resumió la NAO. El Reino Unido pagaría así 1,8 millones de libras esterlinas por cada uno de los primeros 300 inmigrantes expulsados. Una estimación que ha indignado al Partido Laborista. El Partido Laborista, que lidera las encuestas para las próximas elecciones legislativas, ha prometido sustituir este plan, que considera demasiado costoso. Sin embargo, el primer ministro aseguró que esta medida era “una buena inversión”.

¿Cómo reacciona Kigali?

El gobierno de Kigali, la capital de Ruanda, expresó su “satisfacción” con esta votación. Las autoridades del país están «ansiosas por dar la bienvenida a personas reubicadas en Ruanda», afirmó la portavoz del gobierno, Yolande Makolo. “Hemos trabajado duro durante los últimos 30 años para hacer de Ruanda un país seguro tanto para los ruandeses como para los no ruandeses”, dijo. Así, este nuevo tratado responde a las conclusiones del Tribunal Supremo británico, que consideró ilegal el proyecto inicial en noviembre.

El tribunal dictaminó que los inmigrantes corrían el riesgo de ser expulsados ​​de Ruanda a su país de origen, donde podrían enfrentar persecución, lo que contraviene el artículo 3 del Convenio Europeo de Derechos Humanos sobre la tortura y los tratos inhumanos, del que el Reino Unido es signatario. . La ley ahora define a Ruanda como un tercer país seguro e impide la deportación de inmigrantes de este país a su país de origen.

4. ¿Cuáles son las reacciones internacionales?

Esta votación se produce cuando se produjo una nueva tragedia el martes en el Canal de la Mancha con la muerte de al menos cinco inmigrantes, entre ellos un niño de 4 años. La ONU ha pedido al gobierno británico que «reconsidere su plan». El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, y su homólogo responsable de los refugiados, Filippo Grandi, pidieron al Gobierno, en un comunicado, «tomar medidas prácticas para combatir los flujos irregulares de refugiados y migrantes, basadas en la cooperación internacional y el respeto». por el derecho internacional de los derechos humanos”.

«Esta nueva legislación socava gravemente el Estado de derecho en el Reino Unido y sienta un precedente peligroso a nivel mundial».

Volker Türk, Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en un comunicado El comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Michael O’Flaherty, ha calificado esta ley como «un ataque a la independencia del poder judicial». Amnistía Internacional del Reino Unido se refirió a ello como una “desgracia nacional” que “dejará una mancha en la reputación moral de este país”.

El presidente de Amnistía Internacional Francia, deploró «una infamia indescriptible» y una «hipocresía» basada en una mentira, según la cual Ruanda es considerada un país seguro para los derechos humanos. La ONG ha documentado casos de detención arbitraria, tortura y represión de la libertad de expresión y reunión en Ruanda”, enumeró. Según él, «el sistema de asilo es tan defectuoso» en Ruanda que existen «riesgos de devoluciones ilegales».

Publicado originalmente en The European Times

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