No me canso de repetir una y otra vez que las comparaciones son odiosas, que no podemos estar retransmitiendo cada día los datos del Covid-19 como si fuera un parte de guerra. Entendiendo que las cifras son las que son y que desafortunadamente el número de fallecidos es alto, creo sinceramente que todo el mundo se queda con el vaso, no ya sólo medio vacío, sino que además se cargan las tintas sobre determinados datos que no se dan de manera acertada. Si vemos los datos del Ministerio de Sanidad, las cifras asustan. Casos totales: 94.417, casos últimas 24 h: 9.222, Recuperados: 19.259, Hospitalizados: 49.243, Fallecidos: 8.189.
Sin embargo sería conveniente ir matizando estos datos generales que no afectan por igual a todas las comunidades y sobre todo a todas las provincias. Y eso es lo que se echa en falta. Veamos sobre los casos totales podrían restar los recuperados, y desafortunadamente los fallecidos, por lo que ahora mismo el número de contagiados sería de 66.964, si a eso añadimos que una gran mayoría están con síntomas leves, el nivel de la comunicación podría bajar de parte de guerra a una sencilla exposición de datos. Que de la cantidad global de contagiados está muriendo, según esos datos, un 8,69% (9%), no lo discute nadie, pero si dejamos la cifra así, en el vacío, la gente puede pensar que 9 de cada 100 personas se está muriendo en estos momentos o corre riesgo de morirse, cuando esto no es así, ni muchísimo menos. En este país viven, según datos oficiales, 47.190.493 personas, si sacamos una sencilla regla de tres, el COVID-19 ha afectado de manera mortal, entendiendo que habría que matizar, cuantas de las personas fallecidas con una edad muy avanzada habrían muerto de todas formas por su enfermedad subyacente, un 0,0173…% de la población, es decir, que se debe tener prudencia, pero no miedo. Si nos adentramos por provincia los datos son más demoledores todavía, ninguna llega al 0,5% en mortandad y en algunas provincias es cero, Gerona, Lérida o Teruél, el 20 de marzo no tenían ni un solo fallecido.
Estos son los datos que nos deberían dar y no tratarnos desde el Estado como si fuéramos incapaces. Si es cierto que debemos ser prudentes, pero muchos españoles comienzan a sentirse estafados con la forma que tiene el Gobierno de comunicar. La sanidad trabaja a un ritmo frenético y es de agradecer, pero los ciudadanos debemos exigir que se nos informe bien y que no se nos asuste. Repito esto no es un guerra es sencillamente un problema sanitario que está demostrando la incapacidad de nuestros gobernantes para solventarlo de una manera respetuosa con los ciudadanos.
Gabriel Carrión, escritor.
noticiasypalabras@gmail.com
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